Descripción

Bonsai Ulmus Parviflora (Olmo chino)

El Ulmus Parviflora (Olmo chino) es una especie muy apreciada por los aficionados al bonsái debido a su rápido crecimiento, resistencia y facilidad para ramificar. Ideal para los principiantes. Planta semiperennifolia, que se comporta como caducifolia en los climas templado-fríos, brotando de nuevo en la primavera. En zonas más cálidas mantiene las hojas durante todo el año, no llega a perderlas. Hojas de 1 a 2 cm de largo, casi perennes, de color verde oscuro brillante y ligeramente dentados. Flores a principios de otoño, insignificantes que producirán en mayo sámaras aladas de color verde amarillento.

El Olmo Chino a veces es etiquetado erróneamente como Zelkova, motivada la confusión porque el nombre científico era antiguamente Zelkova parvifolia (hoy es Ulmus parvifolia).

Origen

Es originario de los territorios chinos, coreanos y japoneses.

¿Cómo cuidar un bonsai olmo chino?

Luz. Agradece la exposición al luz solar, pero evitar las horas de sol intenso.

Temperatura. Este bonsái hiberna por debajo de los 10º-5º centígrados, lo que significa que se pausará su desarrollo. No tolera las heladas, pero puede cultivarse en el exterior en los zonas más cálidas.

Humedad. Pulverizar el follaje por la mañana y por la noche, en cuanto la temperatura supere los 15ºC. Requiere de una buena ventilación, por lo que si se encuentra en interior, mantener abierta las ventanas siempre que las situaciones climatológicas lo permitan.

Riego. El riego se deberá proporcionar solo cuando el sustrato se encuentre parcialmente seco. En verano, se incrementará a una vez, cada 2 o 3 días, dependiendo del estado del sustrato.

Fertilización. El abono se realizará una vez cada 30 días, desde principios de primavera a principios de otoño. Durante el invierno no será necesario proporcionar fertilizante debido al estado de hibernación de la planta.

¿Cuándo se pinza un Ulmus Parviflora (Olmo chino)?

El Olmo chino es un árbol que responde muy bien a la poda, incluso a las más fuertes, brotando muy bien de la madera vieja. Requiere podas continuas para la contención de la forma durante todo el periodo vegetativo.

La época más adecuada para podar es en primavera, justo cuando las yemas de los brotes comienzan a hincharse y el árbol comienza a movilizar su savia. También puede hacerse al final del verano, después del mini letargo estival.

Las intervenciones vigorosas para aclarar las raíces se deben realizar durante el trasplante, y preferiblemente deben ir acompañadas de una reducción selectiva de la copa. Los nuevos brotes se acortarán durante la época de crecimiento, bien pinzándolos (cortar las puntas) mientras aún están tiernos, o bien mediante poda en verano. Para favorecer lo formación de un tronco grueso, deshoje totalmente el árbol a final de primavera (junio), cada 3 años.

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